Reencuentro y hojarasca
Presentía,
yo te presentía
en la tarde oscura
del otoño fresco,
como un déjù vu
noté que se abría frente a mí
la realidad de tu presencia.
Bella aurora entre las tenues candilejas del ocaso,
al pasar a mi lado
susurraste una brisa empapada
en tu fragante agua de rio
y el trasparente humo tenue de tu mirada
que se abre paso hasta el alma,
oculta
cortante,
con paso entero
pleno de armonía
y seguro;
dejando a tu paso
un lienzo rasgado por la daga del olvido,
llena de herrumbre y corte romo
para dejar la noche cerrada
tras de ti,
con un arrullo
una estela
larga y breve en mi
sumiendo todo en la mayor tristeza;
la rabia
el vacío…,
como lágrimas de luz contenida.
Foto y poesía:
maximenendez